Frutas Masol

La experiencia, conocimiento y buen hacer están presentes en la familia desde nuestros comienzos. Por ello, después de 70 años, nuestros productos se consumen en más de 5 paí­ses europeos. El suelo de la Vega del Guadalquivir es uno de los más ricos de la pení­nsula. Este suelo se ha ido formando y enriqueciendo a lo largo de milenios gracias a los depósitos fluviales que el rí­o Guadalquivir ha idonilla en estas tierras. Estación del rí­o ha hecho que seas que sea un suelo muy fértil y que permite una gran diversidad de usos y cultivos. A diferencias de otras zonas cercanas al Valle del Guadalquivir en donde la pobreza del suelo sólo permite ciertos escasos y monocultivos, en esta Vega la variedad es casi infinita, pudiendo encontrarse casi todo tipo de plantaciones descabinos y cultivos hortí­colas. Por tanto, y a diferencia de lo que ocurre en comarcas (mientras abundan las campiñas cerealistas de secano en las que las explotaciones suelen ser latifundios de grandes dimensiones), el tipo de explotación que predomina en la Vega del Guadalquivir es de parcelas más pequeñas, generalmente familiares, y en las que se pueden encontrar una gran variedad de diferentes cultivos. Y es gracias a esta riqueza y a esta variedad en nuestros huertos que en Frutas Masol puede ofrecer a nuestros clientes la fruta y la verdura de la mejor calidad posible. Porque los cultivamos con todo esmero, la mimamos, controlando todo el crecimiento desde el principio, atentos a las necesidades de la planta y a la maduración correcta del fruto.